El acto del miércoles 10 de diciembre de 2025, en el predio Lionel Andrés Messi, de la Asociación del Fútbol Argentino, quedará para siempre grabado en la historia de Futbolistas Argentinos Agremiados, porque ese día y en ese lugar se concretó la graduación de los primeros directores deportivos y primeras directoras deportivas oficiales, quienes completaron la diplomatura universitaria en Dirección Deportiva y, con la Licencia Pro en sus manos, recibieron la habilitación formal para ejercer el cargo.
Tiempo atrás, FAA, la AFA y la Universidad Nacional de Tres de Febrero unieron esfuerzos para que la diplomatura saliera a escena sobre bases firmes y se transformara en una herramienta clave. Y durante las clases, los grandes protagonistas comprobaron y confirmaron que el conocimiento es la llave que abre puertas y genera innumerables oportunidades laborales dentro del mundo del fútbol en particular y del deporte en general.
Las palabras de Sergio Marchi (presidente de FIFPRO y secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados), de Claudio Tapia (presidente de la Asociación del Fútbol Argentino), de José Pablo Burtovoy (director ejecutivo de la diplomatura) y de Nicolás Burdisso (director académico, desde Italia por video) realzaron la importancia del acto y brindaron una reseña de los pasos a través de los cuales lo que nació como una idea ambiciosa enseguida se desarrolló y creció de manera vertiginosa, hasta convertirse en una herramienta única en la región. Luego hubo testimonios de egresados y egresadas de las distintas promociones, y la doctora María Florencia Confalonieri -integrante del equipo legal de Agremiados- leyó los alcances del acuerdo que puso en marcha la diplomatura y que estableció la progresiva obligatoriedad de la Licencia Pro, desde 2026 en la Liga Profesional y la Primera Nacional de Argentina, y más tarde en las demás categorías.
La emoción ganó terreno con el recuerdo fílmico de la presencia de Miguel Ángel Russo en la Masterclass realizada en marzo del año pasado, mientras que la foto oficial de los graduados en el escenario fue un símbolo del objetivo trazado y un cierre perfecto para la jornada.